Tiene los ojos puestos en la ventana
mientras por su cabeza
mil recuerdos transitan a la vez.
Tiene la mirada fija en el horizonte,
mientras su corazón late inconteniblemente
y sus nervios están a punto de traicionarla.
Tiene los pies en el suelo,
pero luce tan ida que parece que pudiera levitar,
mientras nerviosamente se recoge el cabello
y ve el reloj avanzar una vez más.
Sigue mirando el horizonte
con los ojos puestos en la ventana,
con sus nervios a cuestas
y parada sin gravitar.
¿Qué esperará?
03.12.96
3 comentarios:
Qué bello!...si reflexionamos, todos esperamos algo siempre...fabulosa forma de iniciar mi lunes, Pedrito!
Que bonito!
Me encanto el final... impreciso.
Gracias por visitarme, siempre serás bienvenido en mi espacio virtual.
¡Felicidades por tu blog!
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